Desalmada


 Si pudiera, abandonaría el alma en un lugar desierto,

y correría lejos para evitar cualquier encuentro.


Haría lo que sea por deshacerme de esta sombra,

que se esfuerza en aferrarse a mi y nunca me deja sola.


Si pudiera, la echaría a volar libre, como mariposa,

que deambule por el campo y repose en una rosa.


Así, finalmente, yo podría andar liviana como el

viento,

sin temor a que el amor quiera anidar en mi pecho.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario