Esta marca que
sellaste en mi mente
y en lo más profundo
de mi corazón,
quedará en mí, a
fuego, por siempre,
como huella de que la
maldad pasó.
Esta marca, estampada de un golpe,
es el grito torpe de
quien ha sufrido,
de quien ha sido víctima
y testigo
de la crueldad sin
medida ni fin.
Esta marca es hilacha
con la que doy pena,
pero es escudo con el
que soy fuerte.
De ahora en más, con
esta llaga ardiente
no volveré a rendirme
a tus pies.
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